La banda busca enganchar al público interpretando los grandes éxitos del siglo XX
Sentarse en una terraza y gozar de un espectáculo en directo es uno de los pequeños placeres del verano. Ya sea con una buena tapa delante o disfrutando de un delicioso café con hielo, son muchos los barbanzanos que buscan un ocio estival más allá de las grandes orquestas.
Esto es lo que ofrece D`Crooners, una banda boirense cuya historia empezó a escribirse hace un par de meses, cuando las ganas de hacer algo innovador y el talento unieron los caminos de Marcos Gómez, guitarrista, y Michael J. Rey, vocalista. «El máis eu entramos en contacto porque veu uns vídeos meus na rede», explica el cantante.
A partir de ahí todo fue una línea ascendente gracias a la incorporación de Juan Ortega, alias Changui, a lo mandos del teclado, y Marcos Outeiral o LeMark, como se le conoce en el mundillo de los baterías.
Esta aventura comenzó como una especie de juego en el que la banda buscó un estilo propio diferente, un sonido que evocase a los buenos viejos tiempos en los que el pop inglés era el rey de las emisoras musicales. Construyeron su sello con un repertorio que incluye los grandes temas de soul, rock, pop latino, jazz y hasta heavy metal que marcaron el siglo XX, todos ellos interpretados con una voz suave y envolvente propia de figuras como Frank Sinatra o Tony Bennett.
La manera de cantar de estos artistas, el crooning, que se caracteriza por actuar sin proyectar tanto el sonido vocal y cuidar los detalles, es la piedra angular de la formación, cuyo amor por el pasado se refleja incluso en la vestimenta. Para cada actuación, ya sea en un bar o sobre un escenario, los intérpretes visten con traje y corbata.
«Queríamos facer algo diferente, desmarcarnos un pouco», declara Rey. Aunque lo que se lleva ahora son los ritmos latinos, que se prestan más a la fiesta y la diversión, los artistas planean ampliar su lista de canciones introduciendo el funk. «Sabemos que hai outras tendencias que funcionan, pero non podemos caer en só ofrecer o que lle gusta á xente, temos que ser unha ferramenta para que escoiten cousas diversas».
Humildad y entrega
El trabajo cara a cara con el público es lo que más entusiasma a la banda, que ve en los locales pequeños la posibilidad de expresar con naturalidad y pasión todo aquello que quieren trasladar.
Aunque se constituyó hace solo unos meses, sus actuaciones han tenido una espléndida acogida en la comarca, donde muchos bares han apostado por ellos como atractivo cultural. «É unha pasada poder actuar cerca da praia e en ambientes tan coidados, estamos recibindo moito cariño dos hostaleiros e a xente que nos escoita, non podemos estar máis agradecidos».
Aunque consideran que el contacto directo es su arma principal, los boirenses también utilizan las redes sociales para promocionarse. «É case tan importante como ensaiar ou ampliar repertorio, é a ventá pola que a xente coñece o teu traballo».
Esta manera de pensar ha llevado a los músicos a invertir parte de su tiempo en sacarse fotos bonitas e investigar cuáles son las mejores horas para subir algo, entre otras cosas. Michael J. Rey, el cantante de la banda, explica que esto supone un doble trabajo, pero que vale la pena porque es una vía de comunicación para posibles contratos. Por eso también están presentes en plataformas como Spotify, en la que acaban de estrenar su versión de Suspicious Minds, de Elvis Presley
Sobre la posibilidad de llegar a vivir de la música, el cantante apunta que cada integrante es un mundo y que mientras Marcos Outeiral, el batería, y Juan Ortega, el pianista, se dedican exclusivamente al arte colaborando con otras formaciones, su compañero Marcos Gómez y él lo combinan con otros oficios.
Sacrificio
Aunque no se ponen límites, el vocalista señala que «temos os pés na terra, facemos as cousas con humildade, a nós o que nos entusiasma é saber que hai alguén que está feliz por poder escoitar este estilo musical en vivo».
Las dificultades para hacer coincidir los horarios ponen difícil poder hacer muchos ensayos durante la semana, algo que compensan con esfuerzo diario: «Estudamos na casa e cando nos xuntamos é para darlle arreo».
Todo sacrificio da sus frutos, por eso los barbanzanos han conseguido cerrar más de 20 actuaciones este verano, entre las que destaca con un brillo especial el día 20 de agosto, cuando pondrán la mejor música al servicio de los visitantes en la Festa da Ameixa de Carril. «Todas as datas que conseguimos para este verán son marabillosas, pero esta fainos unha ilusión moi especial, é un honor que nos escollan para tocar nunha cita tan importante», apunta.
Fuente: La Voz de Galicia