La Organización de Productores Pesqueros Parquistas de Carril (OPP-89) presentó ayer en sociedad su futuro centro de clasificación, manipulación, envasado, almacenamiento y venta de bivalvos.
Unas espaciosas y bien equipadas instalaciones en las que invirtió alrededor de 2 millones de euros y a las que se sumará a corto plazo el montaje de un pantalán flotante orientado hacia los vivero y Carril que pretende inaugurar en verano.
Ocupa este centro de promoción y manipulación de la Ameixa de Carril y demás bivalvos las dos naves ya sobradamente conocidas y adecentadas para ello del muelle vilagarciano de O Ramal, provistas de toda la maquinaria necesaria para pesar, clasificar y despachar el producto.
La puesta en escena sirvió al presidente de la agrupación, José Luis Villanueva Vicente, para dejar claro que no hay marcha atrás posible y que la OPP-89 seguirá adelante con este proyecto «pese a quién pese», al considerarlo positivo tanto para los parquistas asociados a la entidad como para aquellos que no lo son, así como para la cofradía de Carril, su lonja y el conjunto de la ría.
Esto es tanto como decir que Villanueva, flanqueado ayer por los también parquistas Laureano González Giráldez y Ramón Trigo Santórum –que también es miembro del cabildo y de la junta general de la cofradía–, se mantiene firme en el proyecto de futuro de la entidad.
Pero manteniendo la mano tendida y dejando las puertas abiertas a quien quiera sumarse a este proyecto considerado «estratégico» y «muy positivo para la ría».
Un apreciación en la que coincidieron el presidente y la vicepresidenta de la Asociación Gallega de Depuradores de Moluscos (Agade), Tito Fariña y Carmen Figueira, que ayer visitaron y alabaron las instalaciones.
«Estamos encantados con que se mejoren la cosas en la producción, en este caso los parquistas, porque todo lo que mejoren ellos es bueno para el conjunto del sector mar-industria, que supone seis puestos de trabajo por cada uno de mariscador, de ahí que los beneficios para ellos también lo sean para nosotros», coincidieron en señalar los representantes de la depuración.
Abundando en lo positivas que pueden ser estas naves «para todos», Villanueva vino a decir que la cofradía de pescadores de Carril «no debería preocuparse tanto de tratar de boicotear este proyecto y ahogar a los parquistas», puesto que haga lo que haga el pósito «vamos a sacar la cabeza a flote».
Muy por el contrario, cree que la cofradía y el patrón mayor «deberían animarse a colaborar en este proyecto y mantener el convenio que tenemos firmado».
Respecto a esto, «nosotros no vamos a romperlo y queremos seguir ligados a la lonja y el puerto de Carril, si es que nos dejan, y para eso la cofradía debería preocuparse por renovar ese convenio para que en lugar de durar cinco años pueda extenderse durante treinta o lo máximo permitido por la ley, ya que es positivo para todos», repitió una y otra vez Villanueva.
Tras recordar que en su día la cofradía y el propio patrón mayor –que accedió al cargo como amigo y ahora es enemigo declarado– arroparon el proyecto de las naves de O Ramal, el presidente de la OPP-89 también animó al Concello de Vilagarcía a arropar este proyecto concediendo las correspondientes licencias o permisos necesarios.
«La cofradía aún está a tiempo de recapacitar y reconducir una postura equivocada, y eso no implica que haya vencedores ni vencidos, porque a nosotros no nos sobra nadie y todos debemos sumar, apostando siempre por la calidad y la trazabilidad, que es lo que queremos con estas instalaciones», sentenció Villanueva.
En la presentación de la nueva «casa» de los parquistas quedó claro igualmente su gran potencial, pues siempre se dice que facturan en su lonja entre 8 y 10 millones de euros. Pero en realidad llegan a los 15 millones de euros anuales, ya que hay una parte que se vende directamente a las empresas depuradores y distribuidoras.
Y generan esos 15 millones de euros en apenas 800.000 metros cuadrados de superficie útil, mientras que el sector marisqueo obtiene unos 400.000 euros aún teniendo una superficie diez veces mayor.
Argumentos que Villanueva sacó a relucir para dejar patente el «trabajo profesional y organizado» que realizan los parquistas.
Volvía a dejar caer así que mientras hay mariscadores y cofradías únicamente preocupados por «obtener subvenciones para cobrar sin trabajar», su colectivo «invierte y se esfuerza» para sacar rentabilidad a sus viveros.
Fuente: Faro de Vigo