Una operación policial internacional ha dado por desarticulada una presunta red criminal dedicada al comercio de bivalvos no aptos para el consumo humano que operaba en varios países y que también desarrollaba una parte importante de su actividad en O Salnés. Hay ocho detenidos, hubo registros en la comarca y se investiga la presunta comisión de seis delitos.
La bautizada como “operación bivalvo-Tagus Clam” fue dirigida por el juzgado de instrucción número 4 de Cambados, diligencias que procedían de un auxilio judicial europeo desde Portugal. Los investigados se dedicaban a la extracción de bivalvos —principalmente almeja japónica— de la ría del Tajo, la cual suele presentar altos índices de toxina y de contaminación microbiológica. No obstante, el marisco de allí extraído era declarado como procedentes del río Sado, también en el país luso, escenario más libre de contaminación.
La almeja eran supuestamente comprada por depuradoras españolas, amparada con documentos falsos y vendida luego y exportada a otros países de la Unión Europea, sin haber pasado por el sistema de descontaminación obligatorio.
Cinco millones de euros
La actividad comercial desarrollada por las distintas empresas se sustentaba sobre la ocultación a la administración tributaria de transacciones estimadas en alrededor de cinco millones de euros, que, además de defraudar al Estado portugués en términos de distintos impuestos como el IVA, les habría permitido obtener ilícitamente importantes ventajas patrimoniales, detallaba ayer la Guardia Civil.
En el marco de este golpe policial fueron arrestadas ocho personas, como presuntos autores de delitos de pertenencia a organización criminal, contrabando, blanqueo de capitales, falsedad documental, delito fiscal y contra la salud. También se investiga a siete sociedades mercantiles. Igualmente, se ha procedido a la incautación de 1,5 toneladas de bivalvos —en su mayoría, como quedó dicho, almeja japónica—, 120.000 euros, 25 vehículos, 12 embarcaciones, material relacionado con la actividad de pesca, así como equipos tecnológicos y documentación fiscal y bancaria.
En España se practicaron cinco registros en centros de depuración, uno de ellos en Getxo (Vizcaya) y cuatro en la provincia de Pontevedra, algunos de estos en O Salnés, incluyendo localidades como Cambados y O Grove.
Actividad internacional
La actividad de las empresas investigadas se centraba en España, Portugal e Italia. Toda la almeja procedía del marisqueo furtivo en la referida costa de Portugal, razón por la que la Guardia Civil trabajó en colaboración con la Guardia Nacional Republicana- Fiscal (GNR), Cuerpo que llevó a cabo un gran número de servicios coordinados con la Policía Judicial y el Seprona. En total, los agentes aprehendieron 1,5 toneladas de almeja japónica contaminada en suelo luso. La Guardia Civil concluye que el desarrollo de esta operación “ha permitido aumentar, más si cabe, la vigilancia y control de los moluscos contaminados que se comercializan desde Portugal al resto de países europeos con entrada en España y distribución desde nuestro país”. “Con estas actuaciones, se pretende garantizar la procedencia y trazabilidad de los moluscos bivalvos, evitar posibles fraudes en la comercialización de los dichos alimentos y proteger los intereses y la salud de los consumidores”.
La operación fue desarrollada por la Unidad Técnica de Policía Judicial y la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) de la Guardia Civil, en coordinación con la GNR de Portugal, el Cuerpo de Carabinieri de Italia y la coordinación de la Europol.
Fuente: Diario de Arousa