“Marisco da Illa”, “Centola do Grove” o “Ameixa de Carril” funcionan desde hace tres años con buen resultado | El objetivo es diferenciarse y ser identificados en todos los mercados
La creación de una marca propia permite diferencia un producto, garantizar su calidad y abrir espacios en los mercados, evitando, especialmente, que se registre un fraude al consumidor que pueda perjudicar la imagen del producto. Esa visión es la que han tenido varias cofradías de la vertiente sur de la ría de Arousa, que cuentan con una marca propia para diferenciar su producto y conseguir la confianza de los mercados.
Una de las primeras cofradías que dio ese paso fue la de Cambados que, a través de Pescaderrías, puso en marcha la marca Porto de Cambados, donde se aúna diferentes productos (vieira, zamburiña, volandeira o pulpo entre otros) que pasan por la lonja de la villa del albariño y de los que garantiza su perfecta trazabilidad y garantías sanitarias. “Nosotros fuimos pioneros en sumarnos a un sello de garantías como es Pescaderrías y por ello pasamos auditorías muy estrictas que certifican la trazabilidad de todo nuestro producto”, explica el patrón mayor de Cambados, Ruperto Costa. Desde la existencia de este sello, en el que se encuentran casi todas las cofradías de Galicia, “hemos notado que hay mucha gente que se fija en esta marca, porque son conscientes de que contar con este sello ofrece una calidad diferente, como es la pesca artesanal”. Costa confía en este sello, así que, en principio, la Cofradía no tiene intención de dar más pasos para la creación de una marca propia.
Cambados fue una de las primeras cofradías que apostó por una marca para diferenciar su producto marca que se puso en funcionamiento hace tan solo dos años fue la de Marisco de A Illa, impulsada por la Organización de Produtores de ese municipio (OPP-20). Su presidente y patrón m ayor de A Illa, Juan José Rial Millán, fue el encargado de presentarla pro primera vez en la Cidade da Cultura de Santiago en un acto donde llegó a participar la conselleira de Mar, Rosa Quintana. “Ponerle nombre a nuestros productos e identificarlos ante otros foráneos para que el consumidor sepa lo que compra es el principal objetivo con el que ha nacido Marisco de A Illa, una marca con la que se pretende valorizar el trabajo de nuestros productores y que se reconozca en los mercados”, explica Millán. La creación dela marca ha supuesto “un valor añadido tanto para nosotros, que somos los productores, como para los consumidores, que saben que están comprando calidad y que no se le está engañando en su origen, que su trazabilidad es impecable”. Es más, desde la existencia de Marisco de A Illa, Millán está notando que “ya hay restaurantes que ponen en su carta que el marisco o las algas que tienen procede de la lonja que gestiona la OPP-20 y eso es muy positivo para nosotros”.
Uno de los productos estrella de la ría de Arousa es la centolla y en eso, el punto más destacado es la lonja de O Grove, donde se comercializa la mayor parte de los capturados en la ría de Arousa. Antonio Otero, patrón mayor de la cofradía meca, recuerda que esta marca “la pusimos en marcha hace tres años, aunque ya llevábamos casi una década reclamándola porque éramos conscientes de la importancia que tenía disponer de una identificación ante el consumidor”. Desde que se encuentra en funcionamiento “hemos notado como los compradores lo reclaman y piden que sea de O Grove, e incluso, nos hemos encontrado con que restaurantes en Madrid, por ejemplo, ponen en sus cartas que cuentan con centollo que ha salido de nuestra lonja, por lo que creemos que está funcionando muy bien”. Es más, los buenos resultados de la marca “Centola do Grove”, ha llevado al pósito a valorar la posibilidad de hacer lo mismo con otros productos que pasan por la lonja. “Es algo a lo que le estamos dando una vuelta”, explica Otero.
Vilanova de Arousa es de las pocas cofradías que no ha apostado por la creación de una marca propia que potencie la llegada al mercado de su producto. No lo ha hecho porque la filosofía que se plantea desde ese pósito es otra: la de lograr una marca común, una Denominación de Orixe Protexida (DOP) similar a la que posee el meijillón para todo el marisco gallego, que sirva para luchar contra el fraude en el etiquetado y destaque la calidad del producto. María José Vales, patrona mayor de A Pastoriza, cree que ese es el camino que “debemos tomar todas las cofradías y organizaciones de productores para defender nuestro producto y darle valor añadido, algo que ya se ha hecho con un producto como el mejillón, y nosotros, el marisqueo, no deberíamos ser menos”. La propuesta de ir hacia ese camino siempre ha estado encima de la mesa pero, al menos en los años que Vales lleva ejerciendo como patrona mayor, “nunca de forma contundente , lo hemos hablado en laguna ocasión los patrones mayores, pero de forma muy global antes de la llegada del coronavirus; quizás vaya siendo hora de retomar esas conversaciones y caminar en serio hacia esa posibilidad que creo que puede resultar un salto muy importante para nuestros productos, como ya lo fue para el mejillón”. La existencia del sello Pescaderrías es algo que la patrona mayor de Vilanova valora de forma positiva, pero entiende que “no es una DOP, eso sí sería una marca de calidad que permitiría al marisco que sale de cualquier lonja gallega, que reúne unos mínimos de calidad y unas importantes garantías sanitarias, llegar a todos los mercados y ser mucho más apreciado y más fácilmente identificado por el consumidor, evitando cualquier tipo de fraude”. La patrona vilanovesa espera que las cofradías “retomemos de nuevo esas conversaciones, que dejen de ser embrionarias, y comencemos a trabajar en una marca que sí nos va a beneficiar a todos en conjunto y a valorar nuestro trabajo”.
Fuente: Faro de Vigo