Un estudio científico elaborado por técnicos del CSIC y avalado por la firma del doctor y profesor de investigación del CSIC de Galicia y jefe del grupo de Biogeoquímica Marina del Instituto de Investigaciones Marinas, Ricardo Prego, señala que la contaminación del río Ulla y de la Ría de Arousa se deriva fundamentalmente de la afectación que tiene sobre ella el embalse de Portodemouros y los vertidos urbanos e industriales existentes en la zona fluvial que va desde Padrón hasta Catoira. El estudio forma parte del proyecto Ambarulla, encargado por Cobre San Rafael, una de las firmas que promueve la reapertura de la Mina de Touro.
Según se explica en el informe se realizaron muestreos en nueve estaciones fluviales (el Ulla y sus diversos afluentes) durante un año y en diferentes períodos y se recogieron 78 muestras de sedimento superficial que dieron resultados tanto sobre el agua como sobre los propios sedimentos. Las conclusiones del estudio, según Ricardo Prego, apuntan a que todo lo que ocurre en el cauce fluvial del Ulla es “muy dependiente de lo que pasa dentro del embalse de Portodemouros”. De hecho asegura que “lo que ocurre en su interior condiciona mucho la calidad del agua del Ulla. Al ser un embalse y no ser un río libre pues la composición química del agua se ve afectada”. De ahí que una de las principales recomendaciones del estudio encargado por Cobre San Rafael sea precisamente controlar la calidad del agua en Portodemouros. Al respecto apunta Prego que “no es disparar contra la presa, porque las presas son necesarias, pero ellas cambian el comportamiento dado que retienen sedimentos y el agua que sale tiene unas características diferentes a si fuese agua natural”.
No es la única sugerencia. De hecho en el informe también se habla de la importancia de controlar los vertidos locales, urbanos e industriales que se producen en los márgenes del Ulla entre Padrón y Catoira. “Es importante que no haya vertidos incontrolados, porque eso afecta”, esgrime Prego.
¿Y la afectación de la antigua explotación minera de Touro sobre la Ría de Arousa? Prego explica que en las muestras realizadas en los ríos Brandelos y en el Lañas se detectó presencia de cobre y zinc en el primero y de azufre en el segundo. “De ahí que aconsejemos rehabilitar los pequeños arroyos de Pucheiras y Rego do Burgo para que no afecten al Brandelos, sobre todo en verano donde las aguas son más ácidas”, matiza Prego. En este sentido indica que “conviene sanearlos porque ahí hay una mina abandonada, que dejó escombros y el agua cuando llueve pues los arrastra. Además, independientemente de la mina, hay que tener en cuenta que es una zona local muy rica en sulfuros y en metales que, de forma natural, también se arrastran”. Sin embargo y pese a esta presencia de ácidos Ricardo Prego constata que el estudio evidencia que “el impacto se va diluyendo ya de esos arroyos al Brandelos y del Brandelos al Ulla y, por lo tanto, a la altura del río Deza ya no tienen ninguna relevancia”. Así pues, y según este estudio, la incidencia de los residuos de la antigua mina es nula en la Ría de Arousa.
Ricardo Prego reconoce, no obstante, que los resultados referentes al río Deza (que desemboca en el Ulla) le resultaron “sorprendentes”. Apunta que “se nota mucho la influencia del Deza y también del Liñares por la actividad agrícola. Me sorprende porque hoy en día la Unión Europea dice que hay que reducir la cantidad de nitratos y sin embargo notamos una gran presencia de ellos y de materia orgánica tanto en el agua como en los sedimentos”.
Otras de las conclusiones que se desprenden del informe son las referentes a la afectación de las explotaciones bateeiras ya en la propia Ría -lo que deriva en una mayor carga orgánica- y en la presencia de cromo. “No es exagerado, pero hay que controlarlo”, apunta Prego.
El profesor de investigación del CSIC indicó que es la primera vez que se hace un estudio tan profundo y de estas características en una ría gallega y que los resultados obtenidos van a servir no solo para Cobre San Rafael, sino para todo el sector. El informe es solo una pata del proyecto Ambarulla, dado que la idea es monitorizar diferentes puntos de la Ría para determinar si hay cambios en la calidad del agua y de los sedimentos. Ayer mismo los técnicos trabajaron a pie de playa en la zona de O Bao, en la localidad carrilexa.
Desde la firma minera uno de sus responsables, Constantino Penedo, aseguró que “vamos a seguir todas las recomendaciones de este estudio sobre la necesidad de saneamiento del regato de Pucheiras y del Rego do Burgo” e indicó que “ya hemos puesto en marcha el proyecto integral de drenaje y ya se está colocando toda una red de captación de esas aguas y construyendo una depuradora para el tratamiento de las mismas”. Apuntan a que no están obligados a regenerar la antigua mina – “porque nosotros no tenemos aún autorización de nada” – pero que lo hacen para “dar respuesta a esa demanda social” añadiendo que todos estos trabajos están presupuestados en “dos millones de euros”. El resultado del informe no sorprendió al presidente de los parquistas, José Luis Villanueva, que siempre apuntó al embalse de Portodemouros como clave a la hora de saber qué pasa en Arousa. Además de señalar que “os vertidos existen e iso sabémolo”.
Fuente: Diario de Arousa