Marcial Nogueira dedicó más de cinco décadas al mar, primero como marinero y, después, cultivando viveros de marisco. La edición de este año de la Festa da Ameixa de Carril reconocerá su trayectoria
Marcial Nogueira es un hombre de 81 años que lleva más de la mitad de su vida dedicándose al mar, en concreto, al cultivo de almejas. Comenzó con la concesión de una explotación en Carril, que posteriormente pasó a ser de su propiedad. Pero su historia no solo está ligada a los barcos, el trabajo en la arena también ocupó una parte importante de su vida laboral.
Los comienzos de este lobo de mar no fueron fáciles, como suele ocurrir en gente de su generación. Era ya marinero, pero los ingresos no eran suficientes para mantener a sus seis hijos. Así fue como decidió comenzar a especializarse en el cultivo de la almeja: «É un traballo moi duro, sobre todo polo frío e polos horarios», explica. Medio siglo después de iniciar su vida laboral, habla de lo que ha supuesto el mar en su biografía. «É unha parte moi importante da miña vida que sempre terei presente con moito cariño, significa moito para min», indica.
Un reconocimiento merecido
Su larga trayectoria como parquista y su dedicación a la almeja de vivero han sido premiadas este 2023 con el título de Parquista de Honra, que se le entregará en la Festa da Ameixa de Carril que se celebra en agosto: «É un orgullo recibir este premio. Eu interprétoo coma un recoñecemento do meu traballo que é o máis relevante para min», apunta. Su profesión en tierra y mar son la única vocación clara que tuvo Marcial Nogueira pues, según él mismo explica, «como non tiña oficio ningún, estou contento con isto».
Las cosechas, sean impregnadas de salitre o de la fértil tierra de O Salnés, tienen para él un gran efecto psicológico, y confiesa por qué: «Teño moitos recordos bos, cando sae ben unha colleita estás contento, pero cando morre todo por unha riada é bastante duro», señala. Las vivencias son muchas a lo largo de tan dilatada trayectoria, pero a la hora de echar la vista atrás se queda con los no poco disgustos que le acarrearon los factores ambientales llevándose por delante el trabajo de meses.
«Se a colleita non vai ben no mar, teño a sorte de ter tamén a terra, polo que é importante compaxinar as dúas cousas», indica. Este vilagarciano no puede decidirse sobre qué superficie le gusta más trabajar, ya que siente un gran apego por ambas. «É comprometido elixir entre algunha das dúas, porque a terra tamén dá desgustos, aínda que non é coma no mar. Un viveiro pode ser moi traballado e, aínda así, quedas a cero», comenta el veterano parquista.
Homenaje a los profesionales
La almeja de Carril es uno de los productos gastronómicos más conocidos de Galicia y, para muchos, es la mejor del mundo. El trabajo de parquista es un oficio que lleva muchos años presente en esta parroquia marinera en la que mariscadores y mariscadoras se han convertido en un elemento característico del paisaje de la desembocadura del Ulla junto a los viveros. En honor a este producto y a este oficio se celebra cada año la popular Festa da Ameixa de Carril, en la que se aprovecha para rendir homenaje a alguno de los exponentes de este oficio, como es el caso de Nogueira: «As festas son importantes porque danlle luz e recoñecemento ao traballo de parquistas e mariñeiros». Tras cuatro años de parón por la pandemia, este 2023 se celebrará la edición número 28, que contará con espectáculos y conciertos, y en la que se nombraron, como de costumbre, a las donas e cabaleiros da Orde da Ameixa. Esta organización ha decidido dar uno de sus premios de esta edición a Marcial Nogueira, que verá así reconocidos sus más de cinco décadas en el mar con el título de Parquista de Honra. Con 81 años, ya jubilado y con nietos, Nogueira sigue teniendo ese vivero en propiedad y, a pesar de su edad, los sigue trabajando todas las semanas, al igual que la huerta: «Eu paseino moi mal de rapaz e agora que, despois de tantos anos traballando podo ir sen forzar, é case coma un hobby», expone.
Pero cuenta con ayuda. A día de hoy sus hijos son los encargados de trabajar y gestionar el vivero, aunque él les echa una mano en lo que puede. A estas alturas de su vida Marcial Nogueira no hace grandes planes de futuro: «Ca miña idade as aspiracións xa se acabaron, polo que, con que todo siga como ata agora e con normalidade, eu xa estou satisfeito», argumenta.
El futuro de la profesión
Este tipo de trabajos del sector primario son poco demandados por las nuevas generaciones. Muchas de las personas que se dedican al marisqueo a pie en Galicia son mujeres y la mayoría se encuentran en la franja de edad que oscila entre los 41 y los 60 años. «Moitos mozos queren o traballo feito, é dicir, queren traballar pero gústalles pouco, e este é un oficio moi sufrido», señala Nogueira.
Tras tantos años de trabajo y la necesidad de sacar a sus hijos adelante, Marcial Nogueira disfruta de su merecida jubilación y del tiempo con su familia, que a día de hoy sigue recogiendo los frutos de su esfuerzo y tiene motivos para sentirse orgullosa de su padre y de su abuelo que, pese a sus 81 años, continúa siendo un hombre de mar.
Fuente: La Voz de Galicia