La nave de clasificación debería estar operativa en el primer semestre del 2024
El año que está a punto de empezar llega cargado de promesas para los socios de la OPP89. Los parquistas que forman esta entidad deberán consumar, en el transcurso de los próximos doce meses, su desembarco en el muelle de O Ramal, donde a finales del 2022 se hicieron con dos naves que ya están en pleno proceso de reforma. La primera de ellas, donde los trabajos están más avanzados, se convertirá en un centro de clasificación pensado para que los productores puedan realizar en mejores condiciones los trabajos que ahora realizan en sus concesiones o embarcaciones. En estas instalaciones, dotadas con vestuarios, se procederá a la selección de los bivalvos, a su almacenaje y también a su venta. «Los parquistas podrán subastar su mercancía allí mismo, sin necesidad de trasladar el producto a la lonja», dice la revista editada por la OPP89.
Hay quienes, desde Carril, observan ese movimiento como una amenaza para la cofradía y para la lonja. Al respecto de esa cuestión, José Luis Villanueva, el presidente de la organización de productores, es tajante. «A lonxa de Carril vaise ver reforzada, pero dando mellores servizos e condicións de traballo aos parquistas e ao seu produto. Os que queiran pensar mal, que o fagan. Pero o certo é que o convenio de colaboración entre os parquistas e a confraría está aí e vaise respectar», señalaba.
Villanueva señala que esa nave deberá estar operativa en los primeros seis meses del año, y con ese horizonte se está trabajando. Otra cosa es la nave situada al lado de este futuro centro de operaciones, y que se destinará a la puesta en marcha de un centro de interpretación de la almeja de Carril y del trabajo de quienes la cultivan. En todo caso, la intención de la OPP89 es que este espacio entre en servicio antes de doce meses. «Imos poñer todo o noso empeño en conseguilo», apunta Villanueva.
Considera que el trabajo de promoción es fundamental para una organización como la que preside. «Se non explicas que é o que fai diferente o teu produto, se non te esforzas en divulgar as súas cualidades, á túa sombra poden medrar moitos imitadores que se aproveiten», señala. Y eso es, precisamente, lo que pretende hacer la OPP89 desde un espacio «privilexiado», toda vez que O Ramal aspira a convertirse en un centro de recepción de visitantes, además de en una gran área de esparcimiento y ocio para la ciudad.
Este desembarco en el muelle de O Ramal se afronta dentro de los planes de producción y comercialización de la OPP89, financiado con fondos FEMPA de la UE, la Xunta de Galicia y recursos propios de la organización de productores que trabajan el mar carrilexo.
La pandemia del covid-19 obligó a interrumpir muchas cosas, entre ellas el proceso de «tramitación dos parques de cultivo vacantes y la revisión de los recursos pendientes de resolución». Esa no es una cuestión menor para la organización que encabeza José Luis Villanueva, que ha acordado con la Consellería do Mar reactivar esos procedimientos en cuanto pasen las fiestas navideñas y el nuevo año esté asentado, zanjando así un asunto pendiente.
«Os parquistas chegamos ao Nadal cos deberes feitos durante todo o ano». Con estas palabras explicaba José Luis Villanueva la situación en la que se encuentra el sector de los parques de Carril tras las riadas que a finales de este otoño asolaron la costa gallega. «As perdas nos parques foron as máis cuantiosas da ría de Arousa, porque aquí si había marisco. Que morreu marisco? Claro que morreu, moito. Pero os parquistas son profesionais que teñen o traballo feito de todo o ano, que xestionamos os nosos parques os doce meses», sostiene con tono vehemente. Y afirma además que, si no fuese por el revés sufrido en el tramo final de año, «estaríamos falando dun exercicio de récord para o noso sector». «Teño escoitado a xente dicir que confiaban na campaña de Nadal para salvar o ano, e ao mesmo tempo dicir que non tiñan ameixa para a campaña do Nadal. En que quedamos?», dice con sorna. En todo caso, sostiene que quienes viven del marisqueo deben responder a este tipo de situaciones «con oficio e con traballo», tomando medidas y asumiendo las responsabilidades a las que hacen frente los titulares de los parques de cultivo.
«Os parquistas estamos na zona cero das riadas; estamos na desembocadura do Ulla, na ría de Arousa, e sufrimos tanto ou máis os problemas que sufre o resto da xente», recalca el presidente de la OPP89. De hecho, «os parquistas sufrimos tamén os problemas derivados da falta de xestión noutras zonas da ría, porque se houbera plans de depredadores noutras confrarías, por exemplo, non teríamos o problema que temos aquí por esta causa».
Fuente: La Voz de Galicia