Almeja babosa

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Almeja babosa

La almeja babosa (nombre científico, Venerupis pullastra) es un molusco bivalvo que pertenece a la familia de los venéridos. La mayor zona de la producción de esta especie se localiza en la ría de Arousa, y más concretamente en el ámbito de la Cofradía de pescadores de Carril, donde la mayor parte es cultivada por acuicultores que a través de los relevos generacionales han heredado una experiencia que a su vez los convierte en los profesionales más cualificados del país en el ámbito de acuicultura, en la especialidad de producción de almejas y berberechos sobre el sustrato arenoso (parques de cultivo). Los parques de cultivo se extienden a lo largo de un arenal que va desde la Playa de A Concha de Vilagarcía de Arousa, paralelo a la playa Compostela y finaliza en la desembocadura del río Ulla entre la isla de Cortegada y la parroquia de Carril. Esta extensión tiene una superficie aproximada de un millón de metros cuadrados y está dividida en 1.283 parcelas gestionadas por alrededor de 650 familias, que cultivan, entre otras especies, la almeja babosa.


 

Aportes nutricionales

El sello de calidad Almeja de Carril de los Parquistas de Carril garantiza, además del origen, que la almeja babosa que el consumidor adquiere cuenta con un 40% menos de colesterol que otras de su especie. Esto se debe a que se desarrollan en una ubicación especial, en unas aguas cuyas singulares características hacen que se diferencien del resto por su alto rendimiento en carne, sabor y textura.

Las Almejas de Carril solo tienen 7,05 Kcal por cada 100 gramos de producto. Por ello, es uno de los mariscos recomendados para dietas hipocalóricas. Además, este bivalvo conforma también una excelente fuente de proteínas, así como de diferentes tipos de minerales (fósforo, sodio, hierro, potasio y calcio) y un bajo contenido en colesterol.

 

Diferenciación con respecto a otras especies
Además de su color crema (entre amarillo y café), las principales características diferenciadoras de la almeja babosa se basan en que presenta una concha más frágil, delgada y lisa. Además, no muestra líneas radiales. Del mismo modo, posee unos sifones largos, unidos en toda su longitud. Otra forma de distinguirla del resto de las especies de almejas es que su morfología, ya que resulta fácilmente diferenciable de las otras especies de almejas al ser más estrechas y alargadas que el resto.

Aunque se parece, en cierto modo, a la almeja fina, se diferencia de ella en que la babosa alcanza menores tamaño y es de ciclo anual mientras que la fina es de un ciclo más largo. Así mismo, no se le aprecia la estriación radial.

Asimismo, cabe destacar que la Almeja de Carril muestra hasta un 42% más de rendimiento de carne que otras especies desarrolladas en zonas próximas. Además, al cultivarse en una ubicación tan especial, se diferencian del resto por su sabor y textura inigualables.