Características
La almeja fina está formada por dos valvas -o mitades-, unidas mediante una especie de articulación o bisagra, llamada charnela. Se alimentan de plancton mediante la filtración de agua a través de un sifón, lo que les permite vivir enterradas a profundidades de hasta 30 centímetros.
Posee una concha sólida, con costillas radiales unidas y su tamaño oscila entre un mínimo de 4 centímetros y un máximo de 9 de longitud. Es grande y ovalada, con dos valvas sólidas y gruesas. Su superficie presenta muchas estrías espirales y radiales bien marcadas. La concha forma unas líneas finas que se cruzan, creando unos pequeños cuadraditos característicos que las hacen únicas e inconfundibles.
El ligamento se encuentra inserto, pero no encerrado, formando un cuerpo arqueado y elíptico, que se extiende hasta la mitad del margen posterior. Con una lúnula alargada y en forma de corazón, nítida, aunque no muy definida, se encuentra surcada de costillas finas radiales de tono claro y oscuro. Dispone de un escudete reducido a un reborde y de tres dientes cardinales en cada valva. De ellos, el central de la valva izquierda, y el central y posterior de la derecha son bífidos. No cuenta con dientes laterales.
El color característico de las Almejas de Carril suele variar entre el grisáceo e incluso combina diferentes tonos en el mismo producto y su color siempre está condicionado por el sustrato en el que se desarrolla. La parte interna es blanca pulida, a veces con tintes anaranjados o púrpura en el área localizada debajo del umbo. Cuenta con un seno paleal profundo, pero que no se extiende más allá del centro de la concha, dejando un espacio en forma de cuña entre el perfil inferior del manto y el seno paleal.
El margen de la concha es liso y su superficie está esculpida por costillas radiales y concéntricas muy finas. Estas se vuelven afiladas en la parte anterior y posterior de la concha, haciéndola claramente cuadriculada.
Estos moluscos viven enterrados en la arena, acción que realizan gracias a los movimientos de un pie musculoso que se asemeja a una lengua. Son capaces de soportar temperaturas que oscilan entre 5 a 35º C, así como los cambios que puedan producirse de salinidad.
Temporada de recolección
La almeja fina se desarrolla en los parques de cultivo de Carril; más concretamente, se extienden a lo largo de un arenal que va desde la Playa de A Concha de Vilagarcía de Arousa, paralelo a la playa Compostela y finaliza en la desembocadura del río Ulla entre la isla de Cortegada y la parroquia de Carril. Se trata de un entorno natural privilegiado que le confiere a este bivalvo unas características singulares y muy apreciadas en los mercados por su elevada calidad.
Para la recogida de la almeja fina se usan herramientas específicas y artes de marisqueo característicos y artesanales que actúan sobre el lecho marino, cribando el sustrato a la vez que se realiza una primera selección de tamaños. La almeja fina de Carril no tiene temporada de recolección, en los parques de cultivo, la almeja fina se siembra todo el año con más intensidad desde marzo a principios de enero. Las siembras tienen su mayor apogeo desde la primavera hasta mediados de verano.
La almeja fina, se diferencia de la babosa por conseguir ejemplares de mayor tamaño, ya que se recurren a ciclos más largos que pueden sobrepasar los dos años.
Su extracción se realiza de modo artesanal utilizando herramientas como los raños, rastros o rastrillos. Normalmente, la recogida se realiza a pie, si bien en aquellas parcelas de mayor extensión se puede utilizar un barco de apoyo.
La talla mínima de recogida es de 40 milímetros, según normativa vigente. Dicho tamaño mínimo está supervisado por la organización y responde a las directrices de la Orden del 27 de julio de 2012 de la Comunidad Autónoma de Galicia. Así, los ejemplares que no lleguen a este mínimo, se devuelven al mar para que continúen su ciclo de crecimiento.
Aportes nutricionales
Las especies distinguidas con el sello Almeja de Carril de los Parquistas de Carril destacan por sus excelentes aportes nutricionales. Resultan ideales para una dieta hipocalórica, dado su bajo contenido en grasa. Además, tienen hasta un 40% menos de colesterol que otras almejas extraídas en zonas próximas.
Del mismo modo, y tal y como se determinó a través de estudios técnicos universitarios, estas almejas registran hasta un 42% más de rendimiento en carne. Esto se debe a la singularidad de las aguas de los parques de cultivo de Carril, que le confieren unas características, sabor y textura inconfundibles.
Cabe destacar también que las almejas finas conforman una excelente fuente de vitaminas y minerales. Así, destacan por su elevado contenido en vitaminas, además de por su aporte en hierro, fósforo, potasio, magnesio y calcio. Todas estas vitaminas y minerales ayudan a complementar las necesidades nutricionales para poder llevar una alimentación sana y equilibrada.